¿En serio te interesa mi portfolio?

No se me ocurre algo más aburrido.

Pensándolo bien,

tal vez el currículum le gana.

No te mostraré mi portfolio

Mejor te diré algunos de los fallos

que he cometido con mis primeros clientes.

Concurso de acreedores

La primera página de ventas que escribí.

Fue una práctica para unos abogados especializados en concursos de acreedores. 

Resultó tan aburrida.

Idéntica a las demás.

Y.

En las partes más originales

Tan irreal y exagerada en los puntos de dolor. 

Que nunca la publicaron.

Ni siquiera me pidieron que la cambiase.

Es lo que pasa cuando exageras demasiado lo mal que está tu potencial cliente.

Haces que todo lo vea tan negro que al final.

Se rinde.

Y no te compra.

Vaya fiasco.

El restaurante

Seguí aprendiendo.

Hice más prácticas y…

Llegó mi primer cliente.

Uno bueno.

Un nuevo restaurante de alta cocina.

Hice su página web completa.

No voy a decir que fue la mejor web de la historia.

pero era buena. 

Esta vez.

Mi mayor error fue no saber tratar con el cliente.

Cedí tanto con sus peticiones que la página web final (la que publicaron) resultó ser normalita tirando a mala.

Incluso con frases que no tenían ningún sentido. 

Eso sí.

El diseño fue increíble.

Todo por no saber poner en valor mi trabajo.

Y cobrar extremadamente poco. 

Solo te diré que para la página web completa cobré mucho menos de lo que se debería cobrar para una sola página de ventas.

Creo que les va bien.

Aunque todavía no he ido a cenar allí.

Coaching nutricional

El tercer error que cometí en mis inicios

(de los que te voy a contar aquí)

(El resto en mis emails diarios)

Fue con una coach nutricional. 

La clienta estaba ilusionada con su nuevo negocio. 

El problema es que era un NUEVO negocio.

Esta vez no fue para su web.

Lo que quería eran textos para sus redes sociales.

Los resultados fueron muy buenos.

Desde el principio.

Su instagram explotó en todas sus métricas

Los problemas fueron dos.

Por un lado, no terminaba de valorar la estrategia de contenidos.

(Fallo mío por no venderlo bien, por supuesto)

El segundo.

Lo negocios que son nuevos no están bien asentados en el mercado.

Son muy frágiles y surgen dificultades a cada rato.

Problemas que no siempre se pueden controlar.

Y, a veces, no queda más remedio que dejarlo y continuar por otro camino.

Eso fue lo que hizo.

Y con ello mi trabajo terminó.

¿Y ahora?

Bueno.

Trabajo cada día tratando de no volver a cometer estos errores.

Descubriendo y aprendiendo de los nuevos.

Así que.

Si quieres ver si he mejorado como copywriter.

Vuelve a leer toda mi web. 

Si quieres ver aún más sobre cómo escribo y vendo

(que viene a ser lo mismo)

Suscríbete a mi lista de correos.

Allí mando un email diario donde hablo de estas cosas.

Podrás conseguir ideas para mejorar la comunicación de tu negocio.

Y es allí donde puedes, mandarme tu propuesta si te interesa contratarme.

Es aquí.

Te espero dentro,

Antonio Cabrera, Copywriter.

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